Qué faros del mundo están en islas y requieren bote para visitarlos

El mundo está salpicado de faros majestuosos, centinelas silenciosos que han guiado a los navegantes por siglos. Muchos de ellos se alzan en costas fácilmente accesibles, convirtiéndose en atracciones turísticas populares. Sin embargo, existen joyas ocultas, faros localizados en islas remotas y solo accesibles a través de embarcaciones, ofreciendo una experiencia de viaje mucho más aventura y alejada de las multitudes.
Estos faros, a menudo ubicados en paisajes prístinos y con una historia rica en peligros y heroísmo, representan un vínculo con un pasado marítimo vibrante. La dificultad de acceso, lejos de ser una barrera, añade un atractivo especial para los amantes de la historia, la naturaleza y las experiencias únicas. Visitar uno de estos faros es sumergirse en un mundo donde la naturaleza salvaje y la ingeniería humana se entrelazan de forma impresionante.
El faro de Eilean Mòr, Escocia
El faro de Eilean Mòr, en las Islas Sombrero (Outer Hebrides) de Escocia, es famoso por su misteriosa desaparición en 1900. Tres guardianes del faro desaparecieron sin dejar rastro durante una tormenta, dejando el faro funcionando pero sin personal. La historia, rodeada de leyendas y especulaciones, ha fascinado a la gente durante más de un siglo.
La isla es rocosa, escarpada y expuesta a los elementos, haciendo que el viaje en bote sea considerablemente desafiante. La vida en Eilean Mòr era ardua y solitaria, y el faro es un testimonio de la resiliencia humana frente a las fuerzas implacables de la naturaleza. Su estructura robusta aún se alza, guardando el secreto de lo que realmente sucedió aquellos guardianes.
Actualmente, aunque automatizado, el faro de Eilean Mòr se puede visitar con tours organizados en barco, permitiendo a los visitantes experimentar la atmósfera inquietante y sobrecogedora de esta isla remota y su legendario faro. Es una experiencia inolvidable para aquellos que buscan un destino alejado de lo convencional.
El faro de Eddystone, Inglaterra
El faro de Eddystone, frente a la costa de Devon en Inglaterra, tiene una historia marcada por la innovación y la tragedia. Se han construido varios faros en este peligroso arrecife, enfrentándose a tormentas implacables y a la fuerza de las olas. El primer faro, construido en 1709, fue destruido por una tormenta solo cinco años después.
Cada iteración del faro Eddystone en el arrecife representó un avance en la ingeniería para resistir las condiciones marítimas extremas. El diseño de las estructuras, especialmente el faro de Smeaton de 1759, fue admirado por su solidez y sectorizó una nueva era en la construcción de faros marinos. Los sucesivos faros también destacan por lo complicado que era su construcción, considerando los desafíos técnicos y logísticos de la época.
Hoy en día, el último faro de Eddystone, construido en 1982, sigue en funcionamiento, siendo un símbolo de la tenacidad británica. Las visitas se realizan principalmente en cruceros que se acercan lo más posible al arrecife, permitiendo admirar la estructura desde una perspectiva única y entender la magnitud de su desafío.
El faro de Bokass, Noruega
Situado en una pequeña isla deshabitada frente a la costa noruega, el faro de Bokass es un ejemplo de la belleza escandinava combinada con la funcionalidad. Su ubicación remota y la escasa presencia humana lo convierten en un refugio para la fauna marina, especialmente aves.
El viaje en bote para llegar a Bokass es recompensado con vistas impresionantes de los fiordos noruegos y la oportunidad de observar de cerca la naturaleza salvaje. El faro, aunque automatizado, conserva su encanto original y ofrece un vistazo a la vida de los guardianes que lo habitaban. Además, se ha convertido en uno de los faros en los que se permite pernoctar.
Actualmente, Bokass ofrece alojamiento en sus dependencias para aquellos que buscan una experiencia de aislamiento total, permitiendo a los visitantes desconectar del mundo y sumergirse en la serenidad del paisaje noruego. Es un destino ideal para los amantes de la fotografía y la observación de aves.
El faro de Dry Tortugas, Florida, Estados Unidos

El faro de Dry Tortugas en el Parque Nacional Dry Tortugas, Florida, se yergue en la isla de Garden Key y requiere ferry o hidroavión para ser alcanzado. Este faro es el más grande del territorio de Florida. La isla forma parte de un archipiélago remoto en el Estrecho de Florida, conocido por su rica historia y ecosistemas marinos vibrantes.
Originalmente construido para guiar a los barcos a través de los peligrosos arrecifes y canales, el faro de Dry Tortugas también tiene una conexión histórica con el Fuerte Jefferson, un imponente fuerte de ladrillo que se utilizaba para controlar las rutas marítimas y defender la costa. La combinación de arquitectura histórica y belleza natural lo convierte en un destino fascinante.
La visita al faro incluye la posibilidad de escalar hasta la cima para disfrutar de vistas panorámicas del archipiélago y, a menudo, la observación de vida marina, como tortugas marinas y aves marinas. El viaje en ferry desde Key West ofrece la oportunidad de admirar la inmensidad del océano y la biodiversidad de la zona.
El faro de Île Vierge, Francia
El faro de Île Vierge, situado en una pequeña isla en la costa de Bretaña, Francia, es uno de los faros más altos de Europa, con una altura impresionante de 82.5 metros. Su ubicación remota y las turbulentas aguas que lo rodean hacen que el acceso en bote sea esencial.
La construcción de este faro fue una hazaña de ingeniería, realizada en el periodo 1902-1902, debido a los desafíos que planteaba el entorno. El faro de Île Vierge es famoso por la calidad de sus lentes de Fresnel y la precisión de su señalización. Un sistema de óptica de primer orden integra un haz luminoso que puede ser visto a más de 65 kilómetros de distancia.
Los visitantes pueden acceder a la isla a través de excursiones organizadas que ofrecen la oportunidad de explorar el faro y aprender sobre su historia y funcionamiento. La belleza agreste de la isla y la imponente presencia del faro crean una atmósfera inspiradora.
Conclusión
La exploración de estos faros marítimos, accesibles solo por barco, revela una faceta diferente del turismo, un viaje más especializado y enriquecedor. Estos faros no solo son monumentos históricos y arquitectónicos impresionantes, sino también testigos silenciosos de la valentía humana y la lucha contra las fuerzas de la naturaleza.
Al visitar estos lugares remotos, nos conectamos con un pasado enriquecedor, apreciamos la importancia de la navegación marítima y valoramos la belleza de las islas inaccesibles. Son destinos para aquellos que buscan una aventura auténtica y una experiencia que va más allá de las típicas atracciones turísticas, permitiendo apreciar la tenacidad del espíritu humano y la magnificencia del océano.
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